miércoles, 6 de abril de 2011

LO INVISIBLE EN LA PALABRA: HISPANIA (Segunda parte)


EN LA IMAGEN SUPERIOR: Plano del Lago Ligur (Marismas y desembocadura del Guadalquivir), como debió estar hacia el siglo VI a.C., dibujado por Juán Carlos Alonso y publicado como contraportada en su libro: "Tartessos, ocaso de un día y una noche". Este simil, realizado por J. C. Alonso, muestra las enomes dimensiones que tenía  el lago Ligustino, "embalse" se formaba con las aguas del rio, unidas a las del mar, naciendo de los arrastres diluviales, contra las mareas. Asimismo en él se indica la situación y localización de las ciudades antiguas más importantes (hacia el siglo VI a.C.). Destacan entre esa urbes prerromanas: Ceret - Hasta Regia (Mesas de Asta y Jerez, actuales); bajo ellas, el Puerto de Menesteo, que se sabe es el acutal Puerto de Santa María, posiblemente fundado por los helenos (en la memoria del famoso guerrero griego Menesteo). Más al Sur, vemos Cádiz; la Gadir fenicia, de la que se dice es la primera ciudad occidental, fundada hacia el siglo XI a.C. por tirios y sidonios . Pese a considerarse un hecho histórico el dato anterior, no se han hallado restos arqueológicos fenicios, anteriores al siglo IX a.C. en esta ciudad que se situaba  en la Isla del León. La Gadir antigua, más tarde -hacia el siglo III a.C.-  se separa de la costa, quedando hundida en parte bajo el mar; debido a la rotura del geosinclinal que recorre esta linea de mar. Al norte de Cádiz y en zona del Coto Doñana, sitúa Juan Carlos Alonso "la capital" de Tartessos; en lo que antes sería la desembocadura del Lago Ligur y hoy es el último meándro situado frente a la acual Sanlucar de Barrameda.

Otras ciudades vemos en el dibujo, adentrándonos en el Lago, siendo los puertos o embarcaderos mas importantes que Alonso pinta: Evora (cortijo de igual nombre al norte se Sanlucar) y Nabrissa: Lebrija. Igualmente, en las cercanías, donde desemboca el rio ya en el lago, vemos Caura (Coria del Rio) y del otro lado Ilipa (Alcalá del Rio). En su mitad pone: Rio Tartessos, suponiendo que allí tiene su boca; faltando mencionar Ispali (ciudad-poblado, que origina Sevilla). Ello de seguro, porque hace unos trenita años, cuando se publica este libro de Juan Carlos Alonso, se desconocía la existencia y ubicación de Ispal, pensando que Sevilla era de fundación cartaginesa (nunca tartessia).  Así y como si de un destino le "iluminara" allí pone el autor "Rio Tartessos" justo donde esta la ubicación de la Ispal (poblado tartessio) que creemos puede tratarse de la ciudad basileia; capital del reino, a la que llamaban ciudad-estado de Tartessos.


SOBRE ESTAS LINEAS: Otro dibujo publicado en el citado libro de J. C. Alonso, donde vemos el Lago Ligur, con las dimensiones y configuración que tuvo hasta al menos el siglo V a.C.. Los motivos de su desecación, convirtiéndose en Marismas, los explica bastante bien este autor, siendo un conjunto de hechos lo que hizo que aquel "embalse" del delta del Guadalquivir, llamado Ligur, desapareciera.  Fundamentalmente, fueron dos las causas que provocan la desaparición del lago. Primero: Una rotura del geosinclinal, produciendo un escalón con caida al mar, haciendo desaparecer parte del delta que cerraba la boca y abriendo totalmente la desembocadura. Segundo: Un cambio en las condiciones del lago debido a sedimentación, mano del hombre, falta de drenado, y hasta a la intención de cultivar (o ganar a las aguas) gran parte de un terreno tan fértil. Finalmente, en época romana ya casi nada quedaba de este paradisiaco lago, del que hoy tan solo existe el recuerdo de las marismas del Coto de Doñana y las aves; que aún nos llegan buscando las aguas que antaño hubo.


Sitúa J.C. Alonso la "capital" (basileia) en la desembocadura del Lago, que a nuestro juicio, no es la desembocadura del rio (pues consideramos que no estuvo allí) . Ayer leíamos las frases "adaptadas" por García y Bellido, de Rufo Festo Avieno en "Oda Maritima" describiendo donde estaba la ciudad de Tartessos del siguiente modo:
"Tartessos está en la isla del golfo de su nombre, en la cual desemboca el rio Tartessos, que baña sus murallas, después de pasar por el lago Ligustino. El rio forma en su desembocadura varias bocas, de las cuales tres corren a oriente y cuatro al mediodia y las cuales bañan la ciudad" . Dicha cita estaba tomada del libro de García y Bellido "Veinticinco estampas de una España Antigua" (34), aunque realmente se trata de una recomposición, ya que el texto original nos dice (según traducción de Schulten):

 

"El rio Tartessos, que fluye del lago ligustino, ciñe por todas partes con su corriente a la isla, pero no corre solamente por un cauce ni surca de una sola vez el suelo subyacente, ya que por la parte oriental trae tres bocas a los campos, mientras con dos veces dos bocas (otras cuatro) baña la parte meridional (del territorio) de la ciudad. Luego, por encima de la marisma (ligustina), está recostado el Monte Argentario (...interpolación porterior que describe el monte... ). El mismo rio arrastra en sus aguas particulas de pesado estaño y lleva el rico metal a las mismas murallas (de Tartessos). Después por donde una vasta región se aparta del salado mar por medio de campo" -Orae Maritimae (280 hasta 300, suprimidas interpolaciones). R.F. Avieno. Traducción Adolf Schulten, en Fontes Hispaniae Antiqvae, 1955-.

 
Como hemos visto, en Ora Marítima se dicta que el rio desemboca en las faldas de la montaña, que rodea la ciudad; tanto como se dice que su corriente arrastra partículas de estaño. En nuestra opinión, Festo Avieno, se está refiriendo a la zona alta del rio y no a la desembocadura en el océano, donde jamàs pueden ya las corrientes llevar metales, tras un lago de un centenar de kilómetros de longitud (de Sevilla a Sanlucar, hay decenas de kilómetros, que en un lago diluvial supone que apenas existan corrientes). Todo ello se corrobora, con el hecho que termina explicando que tras tocar el rio las murallas de la ciudad:  "DESPUES (...) UNA VASTA REGIÓN (QUE) SE APARTA DEL SALADO MAR POR MEDIO DEL CAMPO". Ello y el hecho de que  Rufo Festo Avieno comunmente, esté describiendo la geografía ibérica, desde la costa, hasta tierra adentro (debido a que va viajando en barco y anotando desde la nave cuanto ve y le narran - de la costa hacia tierra). Nos lleva a concluir que nos habla de que Tartessos ciudad, está en la boca del rio, justo al comienzo del lago (no junto al mar).


Por su parte, la posible localización que da Juan Carlos Alonso a la ciudad, es muy cercana a la que defendía Schulten hacia 1922; profesor alemán que excavó en el Cerro del Trigo (frente a Sanlucar, mas o menos donde la situa Alonso). Tras varias prospecciones, financiadas con dinero suyo propio (de Schulten y a veces con la ayuda del duque de Tarifa), el genio de la arqueología alemán, hacia 1926, desiste de seguir buscando en esta zona, pues solo había hallado allí un poblado romano de pescadores y un anillo heleno. Por su parte, la nueva hipótesis que da el dibujo de J.C. Alonso y su teoría, explicaría que la ciudad estaba en la desembocadura, aunque en una isla que por motivos geológitos termina hundida (como Cartaya o el Ars Gerontis). -No sin razón, ni argumentos-.


Otros han situado Tartessos (la ciudad-estado), en la Isla de Salmedina, muy cercana a este punto que señalan Alonso y otros ( a pocas millas de la costa y frente a la actual desembocadura). Allí, hundido en el mar se encuentra el castillo de época romana -al menos-, denominado Arx Gerontis (fortaleza de Gerión -ver situación el plano primero-). Ello explicaría la teoría de que Tartessos también estaba en esta desembocadura, en una isla que por rotura del geo-sinclinal quedó bajo el mar (como ha sucedido con Cartaya; con el mencionado, Arx Gerontis). Tanto es así, que Plinio en su Historia Natural (III,7) expone que el común de los romanos en su época identificaban Tartessos con Cartaya (algo que igualmente recoge Appiano).


No faltan tampoco quienes vieron esta ciudad perdida en la isla de Saltes, en la misma desembocadura del rio Tinto, en Huelva. Habiendo quienes incluso creen que la antigua Onoba (Huelva) pudo ser también Tartessos. Finalmente, Carmona, también se ha tenido como "candidata" a ser aquella urbe desaparecida, debido a sus espectaculares yacimientos de época tartessica. Pese a lo que nunca podemos olvidar, que el nombre de esta ciudad es Carmo, Skarmo o bien Cadmo, que no coincide mucho con el de Tartessos... . Igualmente existen otras localizaciones en Mesas de Asta  (Hasta Regia) y Jerez, y quienes también creen que pudo estar el Puerto de Santa María (antiguo "puerto del griego" Menesteo). Siendo más, quienes piensan que fue en Jerez o en Mesas de Asta, donde pudo estar la famosa ciudad "fantasma".  Habiendo algunas teorías clásicas, aunque inverosímiles; como la que explica que Tartessos fué la misma Gadir (error que tienen muchos escritores antiguos). Tanto como quienes la ven en otros yacimientos tan pequeños como el cortijo de Évora.


Por cuanto venimos diciendo y exponiendo, creemos y consideramos que debiera partirse de la base de que la ciudad pudiera estar en la desembocadura del rio, PERO DENTRO del Lago. Puesto que tras este lugar cercano a Sevilla, ya aquel no pueden ser consideradas  esas aguas las del rio Tartessos, sino las del del Ligustino "embalse". Además del argumento que presentamos, basado en los textos, existirían otras razónes también de consideración e importantes, para considerar que la urbe principal del reino de Tartessos habrían de situarse en la parte alta del rio (y no en la desembocadura junto al mar):


-La primera es que aquella ciudad, si verdaderamente era tan rica y en ella se comerciaba con tal cantidad de metales (como los textos apuntan), no era prudente elevarla en la costa, frente a "puertos francos" fenicios (como Gadir) y expuesta a la llegada de extranjeros. Ello por un simple motivo de seguridad. Seguridad no solo para las familias que gobernaran la zona, sinó igualmente para los comerciantes y sus mercancías (que de tenerlas en puerto junto al mar, estarían muy "expuestas"). Consecuantemente, si analizamos la mayor parte de las ciudades antiguas fundadas en estuarios o rias, veremos como siempre tienden a crecer en la parte interior (cubiertas y resguardadas de fenómenos meteorológicos y de ataques; buscando un punto portuario, a ser posible bien alejado del mar).


- La segunda razón es de higiene y calidad de las aguas. Pues habiendo vivido en Sevilla, hemos podido comprobar como cuando sube la marea, las aguas del Atlántico llegan hasta la misma ciudad, haciendo regresar las del rio. De ello, si fundamos una gran urbe en la desembocadura (junto a Sanlucar), esta carecería de aguas con salubridad. Además, el agua que llegaría hasta aquí (las del rio o, peor del lago), estarían en su tramo final (cargadas de impurezas y detritus). De ello, pocas ciudades existieron en la Antigüedad, como Alejandría. Creada en época tardía y allí situada, en el delta, solo por motivos de vigilancia. Puesto que las familias reales y la aristocracia, tendía siempre a situarse un poco retirados de la costa y en puntos, donde las aguas fueran de mediana calidad. Habiendo de tenerse por casi seguro, que en las zonas que marcan quienes defienden un Tartessos en la desembocadura (junto a la actual Sanlucar), tienen agua ya casi saladas (y de malísima calidad). Evidentemente, podemos pensar en la existencia de manantiales internos, e incluso marinos; manatiales de profundidad en el océano, de los que gentes   -como los fenicios-  extraían sus aguas sirviéndose de mecanismos (como "embudos" y hacíendo fluir las aguas dulces bajo el mar, al exterior con mangueras de cuero...) . Aunque nos inclinamos más a creer que los ibero-tartessios, podían vivir tierra adentro y situar sus ciudades en lugar un tanto apartado de ataques marinos, donde la calidad del agua del rio fuera buena y no salobre.



Por cuanto decimos y hemos ampliado, creemos que la hipótesis de que Tartessos estuvo en Sevilla, es posible. Pensando, incluso, que Carmona sería ciertamente un lugar más lógico para asentar una ciudad de tal importancia, en vez de llevarlo a la costa, tal como Schulten y Alonso defienden. Pues como decimos, junto al mar  y frente a puertos y bases fenicias (como Gadir), la ciudad estaría bajo la amenaza de  la invasión, tanto como carecería de salubridad. Por ello, pensamos que Tartessos pudo ser la ciudad de Ispal (Hispalis), fundada en épocas muy cercanas a Cádiz, seguramente por colonizadores venidos de Oriente, unidos a los habitantes autóctonos. Gentes que le darían este nombre indoariano de Ispal = Ispali = Hispalis; del que nacería Hispanis y que surge de Hesperis = Occidente, atardecer (en nuestra opinión, voz importada eteo-cretense, cercana al aqueo Herperós). 


 
 


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